Una junta gestora se hace cargo del Mérida desde hoy.

«No hay ningún peligro de desaparición. Lo digo con toda la tranquilidad». Lo dice el cabeza visible de la nueva junta gestora del Mérida, Antonio Higuero. Fouto Galván ya es desde hoy historia del club, institucionalmente hablando. Porque hasta que pase mucho tiempo seguirá siendo un activo de la entidad: por lo que se le debe, según él, y por lo que pueda reportar a un grupo de personas que son su prolongación en el cargo.Si Antonio Higuero es sospechoso de algo, es de querer al Mérida. Más con el corazón que con la cabeza, que vale mucho para algunas cosas y poco para otras. Lleva cuarenta años involucrado con el club y cuatro en la junta directiva. Ha mamado, por tanto, de sus tripas, y de esa experiencia espera beber para guiarlo hasta el final de temporada. Pero es más aficionado que político. Es decir, que conectará más con el hincha de a pie que con las altas esferas que puedan solucionar la papeleta del club (el entorno del ex-presidente confirma la deuda con la seguridad social, ex-jugadores y actual plantilla).Por ello, Antonio Higuero se va a rodear de un importante arsenal político. Y entiéndase político como persona mejor cualificada para armar números y crear lazos de unión beneficiosos. La junta gestora estará formada por seis personas: cuatro de la última junta directiva y dos que proceden de fuera. Una gestora que se va a rodear de un grupo de apoyo de doce personas bien relacionadas en la ciudad que deben aportar lo único que no tiene esta directiva: dinero y contactos. «Aunque aún no está conformada. Unos han dicho ya que sí, otro que no, otros se lo están pensado...».En la barra de un barTodo surgió el pasado sábado, cuando a Higuero y a Nacarino, mientras dialogaban sobre el Mérida en un bar, se les ocurrió iniciar un movimiento que a partir de hoy es el encargado de guiar los destinos del Mérida. «Surgió de la nada. Empezamos a preguntarnos '¿y por qué...?, ¿y por qué...?', a sacar nombres, fue tomando fuerza y hasta hoy», cuenta Higuero, quien aún no se ha reunido con Fouto Galván para que le ponga al día de la situación económica del club.La intención es salvar la situación de la entidad y llegar hasta el final de temporada para convocar nuevamente elecciones. Si algún interesado llegase antes de junio, tendría las puertas abiertas. Si no llegase ni siquiera en junio, «hay gente en este grupo de apoyo que puede dar el paso y hacer muchas cosas», concluye Higuero.

www.hoy.es