martes, 27 de enero de 2009

J.22 Mérida 1-0 Vecindario



El Mérida consiguió vencer por 1-0 al Vecindario y continúa su enorme racha de once jornadas sin perder. Sin embargo, tras una gran primera parte, en la segunda los jugadores cometieron los mismos pecados que frente al Lanzarote. En aquella ocasión el resultado final de 1-1 y en esta a punto estuvo el Vecindario de conseguir exactamente el mismo botín si no llega a ser porque los canarios fallaron un penalti en el minuto 83.
A pesar de que el Mérida no lo hizo bien en la segunda parte, fue el justo vencedor, pues tuvo todas las ocasiones del encuentro, a excepción del mencionado penalti. Sin embargo, ese fue el gran error del conjunto emeritense, y es que tal y como le ha ocurrido en más de una ocasión, no consigue materializar las numerosas ocasiones de peligro de las que dispone.
POLEMICA Sí lo hizo en la primera, pues a los dos minutos, Sabino se plantó frente a Javi Ortega y puso el único gol del encuentro. Vino precedido de cierta polémica, pues el pase en profundidad era para Magallanes, que estaba en posición antirreglamentaria. Sin embargo, el delantero uruguayo, a pesar de salir corriendo detrás del balón, no lo tocó y sí el santeño, por lo que la nueva normativa de que el juez de línea no levante el banderín hasta que no toque la pelota el delantero, benefició en este caso al equipo romano.
Con el marcador a favor, el Mérida siguió apretando y a pesar de que el terreno de juego estaba encharcado por las últimas lluvias, los de Milojevic tuvieron jugadas por ambas bandas que levantaron los aplausos del respetable y convirtieron a Javi Ortega, portero del Vecindario, en la auténtica estrella de su equipo. Primero voló a su escuadra izquierda para mandar a córner un remate de Sabino tras una jugada de tiralíneas del Mérida por la derecha. Después en dos jugadas consecutivas a dos minutos para el descanso, sacó primero un centro chut de Samir y después un gran disparo de José Mari a pierna cambiada.
EL SUSTO FINAL La segunda parte arrancó con susto para la parroquia emeritense, como preámbulo a la mala segunda parte que se iba a presenciar y es que los de Milojevic levantaron el pie del acelerador, por lo que el Vecindario tuvo más protagonismo, aunque evidenciando que solo con coraje y ganas no es suficiente para crear peligro, pues a pesar de que miraban más a la portería de Garavano no crearon ninguna ocasión clara mientras que el Mérida a la contra tuvo dos opciones muy claras. La primera llegó tras una acción individual de Víctor Bravo que terminó rematando en plancha completamente solo Magallanes y la segunda en otra acción individual de Jandro que evitó el inspirado portero de los canarios.
El gran susto llegó a falta de siete minutos para el final, cuando José Mari hizo penalti sobre Azpilicueta, en principio era penalti y expulsión pues sería la segunda tarjeta. El colegiado se equivocó y se lo apuntó a Chus Bravo. Después Rubén, encargado de lanzar la pena máxima, la mandó alta, así pues doble suerte para los romanos que continúan en la lucha por estar en lo más alto de la clasificación y jugar por el ascenso.


No hay comentarios: